Existe un fantasma que recorre Europa, Latinoamérica y las poblaciones humanas innumerables. Un fantasma que recorre las autopistas informacionales, las carreteras y vías que cruzan nuestros desiertos, selvas y cordilleras, así como las bolsas de valores de aceleración infinitesimal. Un eco que se oye cada vez más fuerte en nuestra cultura como el de la llegada de lo inevitable. Lamentablemente, no es el fantasma de la revolución. Es el fantasma de la autodestrucción.

“La época de la Gran Vacilación”, la denomina Donna Haraway. 

El cambio climático es ya reconocido por la mayoría de potencias del mundo. Es hora, por tanto, de debatir en el Perú no solo sus consecuencias, sino también conceptos y tendencias que puedan ayudarnos a entender nuestro rol en este proceso creado por humanos pero que ha terminado excediendo ya la escala humana.

Como herederos de la tradición occidental, somos partícipes de la Constitución de la Modernidad, es decir, la separación entre los ámbitos de Lo Humano y Lo Natural. Una separación engañosa que permitió la explotación de lo segundo por el primero. Por tal motivo, ubicados en un Capitaloceno que prioriza el valor virtual de los dígitos macroeconómicos, la irrupción de la pandemia nos encontró desprevenidos: un virus zoonótico que atraviesa especies, países y personas por igual puede permitirnos entrever las conexiones más que los límites, los enhebramientos de vida y muerte, las incalculables sobrevivencias y subsistencias acopladas en el devenir aparentemente incontrolable del que formamos parte.

Por ello, /System/ Symptom/ Synthesis/ busca ser un comentario (o mejor, un diálogo) acerca de conceptos útiles para complejizar estos procesos. Desde la concepción del mundo como una teleología del dominio del Hombre en el video de Génesis hasta la preponderancia del valor fiduciario inmanente al derrame de Repsol en Fósil. Desde el estudio animal presente en las ciencias que influyeron en el desarrollo de la técnica de registro visual con Muybridge en Gabinete de existencias, hasta la comprensión de que vamos regresando todos, humanos y no-humanos hacia un mismo ritmo tanático en Pulsión. Esta presencia inminente de la muerte se encuentra también en una animación que utiliza capturas de Google Earth sobre nuestras Amazonia, Oro-graphein, y en Corda, instalación que busca cuestionar el papel del individualismo en la subsistencia de nuestra especie. Por último, en Survivre/Sous-vivre se pone de manifiesto el inevitable conflicto de la supervivencia humana con el mundo.

Ésta no pretende ser una exposición científica, pero sí una basada en reflexiones originadas a partir del conocimiento científico o académico. Por ello, se adjuntan los pasajes de filosofía ecológica que inspiraron las piezas. Pues es solo con información que podemos conjurar a los fantasmas. Y este fantasma, aunque real y apremiante, necesita ser conjurado. Es nuestra única alternativa.