ARTEFACTO PARA LA RECOPILACIÓN DE UNA HISTORIA CONTEMPORÁNEA DEL PERÚ (2018)
DEVICE FOR THE RECOPILATION OF A CONTEMPORARY HISTORY OF PERU
Our collective memory – which may be compared in its caducity with the ephemeral technology of communications – works, like this, as an infinite system of translation where information is always lost and recreated with new data and context. Only in this way – we think – is possible to justify our cyclic repetition of the same political errors.
In this project, an audio signal is forced to become text. A telephonic device is forced to work with the binary code, required to do an endless and incoherent translation with one constant element: the idea that our corruption History is always the same.
The fax, which reproduces simultaneously the recordings of the most important corruption scandals in Peru and them absurd translation to text generates the material to the making of a collection of illegible books, image of our loss of political memory.
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Nuestra memoria colectiva – que acaso pueda compararse en su caducidad a la efímera tecnología comunicacional – funciona, como ésta, en base a un sistema infinito de traducciones en la que la información es siempre perdida y recreada en base a nuevos datos y contextos. Solo así, deseamos creer, es que se puede justificar nuestra eterna, cíclica repetición de los mismos errores
Una señal de audio es forzada a convertirse en impresión. Un aparato telefónico es obligado a funcionar en base a un nuevo lenguaje binario. Una tecnología del siglo pasado, que parece interpelarnos con la muda sabiduría del tiempo y los objetos, es exigida a generar esta traducción forzosamente inacabable e incoherente, pero que tiene una sola constante: la idea de que, desde los vladivideos hasta los cnmaudios, nuestra Historia ha sido siempre la misma, pero contada con métodos y detalles diferentes.
El fax, que reproduce simultáneamente los audios de nuestra corrupción contemporánea y sus traducciones absurdas al lenguaje binario de impresión, pareciera, con su carcasa amarillenta y desgastada, ser un símbolo de nuestra identidad y sistema educativo. Una cultura aún eminentemente oral en la que los libros, la forma más sólida de la memoria, apenas si tienen lugar, lejanos e incomprensibles.